Los mejores propósitos

Cada vez que comienza el año —o en otras fechas con carácter de inicio—, formulamos mil y un propósitos. Lo más normal es que sean los mismos de la vez anterior, levemente modificados. Quizá sería de otro modo si en lugar de ponernos metas inalcanzables, somos realistas con los objetivos.
Para decirlo todo, también hay veces que cumplimos.

Nada menos que amigos

Quizá aquel millón de amigos que quería tener Roberto Carlos sean excesivos, pero todos necesitamos un puñado de relaciones sólidas y francas con esas personas que siempre están cuando se las necesita. Pero las amistades no salen de la nada. Hay que buscarlas, y luego, cultivarlas con mimo. Aunque algunas se quedan por el camino, las hay que duran toda la vida.

JV.- Últimamente, utilizamos el término con mucha ligereza. Esos amigos de Facebook, no sé yo hasta qué punto lo son.
IQ.- Pues es una pregunta excelente. Hablar de aspectos muy personales con personas que ni tan siquiera sabes cómo son en realidad es arriesgado. Yo suelo decir que la amistad es como una relación de parentesco pero con la particularidad de que la eliges, y elegir no es una cuestión a resolver en pocos momentos. La amistad es algo que se construye con el tiempo, con el conocimiento, con la solidaridad y con la máxima expresión de generosidad, que es la renuncia por alguien, por amor a una persona que no forma parte de tu familia. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

Ilusión (o desilusión) en Navidad

Ahora nos dicen que el espíritu navideño o la falta del mismo es una cuestión científica. Cualquiera se fía. Lo que sí tenemos comprobado es que por estas fechas el mundo parece dividirse entre personas que con una sonrisa de oreja a oreja y otras con un morro que les llega al suelo. A unos les hace felices la navidad y a otros, tremendamente infelices. Con el doctro Querejeta profundizamos en estos sentimientos.

Sulfurados permanentes

No debemos dejar que la mala sangre se haga crónica en nuestras venas, y mucho menos, si acaban pagando los platos quienes no tienen ninguna culpa. Por supuesto, todo esto no es de aplicación a aquellos y aquellas que han decidido ir siempre con el ceño fruncido y comunicarse con bufidos, que por desgracia, y como puede comprobar cualquiera, no son pocos.

J. V.: Hay personas que parecen eternamente cabreadas. O que lo están, directamente.

-I. Q.: Pues sí, eso es cierto. Hay personas con un mal humor crónico que puede tener su origen en diferentes razones. Antecedentes de malos tratos, enfermedades crónicas. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

Tomar decisiones

Hay que desarrollar el hábito de tomar decisiones, aprendiendo tanto de aquellas que nos han salido a favor como de las que se nos han torcido.
La indecisión es una tenaza que inhabilita a las personas poco resolutivas. No siempre es fácil escoger, máxime cuando cada alternativa que se nos presenta está cargada de incertidumbres. Sin embargo, llega un momento en el que hay que optar. Cuanto más lo aplacemos, más crecerán las dudas y los temores... si es que no hemos perdido definitivamente el tren que debíamos haber tomado. Arrepentirse cuando eso ocurre solo empeora las cosas.

Querer saber

A nadie se le escapa que hay una línea muy fina entre el sano deseo de conocer algo nuevo y el ansia morbosa por meterse en las vidas de los demás. Como nos va a decir el doctor Querejeta, la clave está en hacerse el número exacto de preguntas. Y una de ellas siempre debe ser: “¿Realmente necesito saber eso?”.

J. V.: A primera vista, la curiosidad es una gran cualidad. Es el motor del progreso.

-I. Q.: Planteada la pregunta de esa manera, la respuesta no puede ser otra que un sí rotundo. Sin ganas de saber... [Sigue leyendo en los diarios de Grupo noticias]

¿Tú qué miras?

Todos conocemos personas que desconfían hasta de su sombra. La relación con ellas no resulta nada fácil, porque en cada palabra, en cada gesto, incluso en cada silencio, creen ver un doble sentido o un ataque directo. La paciencia es la herramienta para hacer frente a este tipo de individuos que en demasiadas ocasiones convierten en agresividad sus complejos, aunque es mejor evitarlos, siempre que ello sea posible.

J. V. : ¿Ser suspicaz es una forma de manifestar la inseguridad?

I. Q. : Es otra forma más de manifestar la inseguridad. No quiero decir con esto que la seguridad se manifieste... [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

Aprende a decir que no

Para muchas y muchos es una de las asignaturas eternamente pendientes. Por más que se prometan a sí mismos que cuando les vengan con la siguiente embarcada, se van a negar, al final acaban tropezando en la misma piedra: aceptan para luego volver a lamentar su debilidad. Lo cierto, nos dice el doctor Querejeta, es que aunque cueste, pocas cosas son tan liberadoras como dominar el arte de decir que no.

Arrogantes sin freno

Ellas o el caos. Nunca dan su brazo a torcer, ni son las primeras en apartarse cuando viene alguien de frente. Y por supuesto, tampoco saben lo que es reconocer que alguien les supera en algún terreno. No es nada fácil relacionarse con una persona soberbia, pero si le damos media vuelta, quizá concluyamos que tampoco debe de ser sencillo serlo y tener que soportarse.
J. V.: Uno de los pecados capitales… Y muy frecuente, me temo.
I. Q.: Sí, así es. Creo que la mayoría de las personas hemos sido soberbias en más de una ocasión... [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

Tómatelo con calma

La paciencia, dicen, es la madre de la ciencia. Y su prima, su hermana, y hasta su cuñada, si hace falta. La cuestión es ser capaz de encomendarse a ella con la cantidad de tocanarices que hay por el mundo. O, por qué negarlo, con lo fácil que saltamos a veces.

Dictadores anónimos y menos anónimos

Cuarenta años y un día después de la muerte de un dictador que nos tocó sufrir, dedicamos estas líneas a ese tipo de personajes que pretenden adueñarse de la vida de los demás. Y no nos referimos solo a los que aparecen en los medios de comunicación o quedan en los libros de Historia; también a los tiranos menos conocidos que se mueven en nuestro entorno inmediato.

JV.- La mayoría de los dictadores famosos de la Historia tenían una serie de características comunes que llevaban bien a la vista...
IQ.- Esta es una pregunta peligrosa por varias razones. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

Esfuerzos nada baldíos

Cada vez es más frecuente buscar el modo menos costoso de alcanzar un objetivo o, incluso, renunciar a cualquier cosa que va a implicar una gota de sacrificio. Allá cada cual. Por fortuna, también hay personas dispuestas a pelear por lo que quieren. Y cuando lo consiguen, lo aprecian de forma especial.

J. V.: Diría que hace tiempo aquello de el sudor de tu frente pasó a ser el sudor del de enfrente.

I. Q.: Ja, ja, ja. Para algunos, seguramente sí. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

Negociar, más que salirnos con la nuestra

Qué cansinas son las personas que plantean todo como una negociación. Y peor, si lo que pretenden es aplastar al de enfrente y conseguir todas y cada una de las condiciones.
Haremos bien si huimos de esas personas, aunque tampoco estará de más que aprendamos cuatro o cinco nociones básicas sobre cómo negociar con los demás. Sin engañarles. Y sin engañarnos.

No siempre actuamos bien

No resulta fácil reconocer que se ha errado y, si procede, pedir perdón. Pero, además de ser una muestra de valentía y entereza, la capacidad para la autocrítica es enormemente sana. Entre otras muchas virtudes, nos pone en paz con nosotros mismos y con los demás y nos ayuda a mejorar como personas. Eso, claro, siempre que no nos pasemos con el flagelo.

JV.- Bromeando, o quizá no, se decía que en la Unión Soviética de los tiempos de Stalin se empleaba la fórmula “Compañero, vamos a hacerte la autocrítica”… En algunas mentalidades, la cosa funciona así.

IQ.- Pues la verdad es que planteas una pregunta con muy difícil respuesta porque si algo nos ha dejado claro la historia es que en los tiempos a los que haces referencia, de bromas poco. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

¿Al trabajo se va a hacer amigos?

En el trabajo surgen grandes amistades... y se rompen otras muchas. Del mismo, modo, se crean enormes enemistades, aunque en este caso, raro es que se recompongan. Y a partir de ahí, hay lugar para todo tipo de combinaciones. ¿Lo razonable? Que prevalezaca lo profesional y, en caso de conflicto, seamos capaces de soslayar la aversión. Siempre dejando claro que si hay buen ambiente, el resultado tiende a ser mejor y, lo fundamental, todos los trabajadores estarán más contentos.

Gato por liebre

Muchas personas han encontrado en el engaño su forma casi única de expresión. Si somos capaces de detectarlos, estos individuos no podrán hacernos daño y tendrán que ir en busca de otra víctima propiciatoria. En caso contrario, estaremos expuestos a su pernicioso juego y es seguro que perderemos algo.

JV.- La primera vez que me engañas es tu culpa; la segunda, es mía. ¿Estás de acuerdo?
IQ.- En los dos supuestos la culpa la tiene el que obra con mala fe. Cómo se nota que no oyes el programa de Javier Vizcaíno y Begoña Beristain en Onda Vasca los jueves a las 10 y 10 de la mañana. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

La muerte no tiene que ser el final

El calendario nos marca la conversación de esta semana con Imanol. Son días para recordar a los seres queridos que nos han dejado. Es decir, para hacerlo de un modo especial, pues en realidad, ese recuerdo debería acompañarnos durante todo el año. No como una obsesión que nos provoca dolor, sino como la expresión de un cariño que va más allá de la presencia física.

Échame una mano

Nada más simple que hacer un favor… Y nada más difícil. Debemos aprender a pedir y a conceder. Pero también que no siempre es posible que satisfagan nuestras demandas, y que cuando eso ocurre, está de más tomárselo como ofensa o desplante. Del mismo modo, aunque los auténticos favores no esperan contrapartida, nunca sobra mostrar una cierta gratitud.

J. V.: Hoy por ti y mañana por mi. Aunque hay quienes lo cambian por “Hoy por mí, y mañana, también”.

-I. Q.: Pues eso creo yo. Suelo decir que la vida es larga y que... [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

Seamos coherentes

Hay quienes marcan el intermitente a la izquierda y giran sistemáticamente a la derecha. O viceversa. No son muy coherentes. Claro que tampoco es cuestión de ser refractario al menor cambio. Por lo demás, ¿quién no tiene un puñado de contradicciones? Si son pequeñas, resultan hasta saludables. Pero si las dejamos, crecer, ¡ay!

Solitarios por vocación... o no

Un reciente estudio de las Fundaciones Once y Axa recoge que la mitad dela población del estado español se ha sentido sola por lo menos unavez en el último año. Más allá de la extrapolación estadística, es decir, aportando datos contantes y sonantes, el informe señala que casi una cuarta parte de los hogares están ocupados por una sola persona. En todo caso, no hay mezclar conceptos: tener o no compañía es independiente del sentimiento de soledad.

JV.- Podría parecer un contrasentido, pero no lo es. En el estudio se deja claro que vivir solo no equivale automáticamente a sentirse solo.

IQ.- Pues no. Si de muestra vale un botón, he vivido solo unos cuantos años y he viajado solo unas cuantas veces... [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

Felicidad, qué bonito nombre tienes

Una vez más, el Sociómetro señala que las vascas y los vascos se consideran personas felices. En una escala de 1 a 10, la media se sitúa en el 7,1. Y si hay que concretar, afirman que cifran su felicidad en la familia, la amistad y las relaciones afectivas. ¿Puede ser que ante los encuestadores no nos atrevemos a reconocer que no somos felices? Esa es una de las preguntas que le hacemos a nuestro psiquiatra. [Lamentamos que el sonido no sea el mejor...]

Perdóname... o no

Cuestión espinosa, la del perdón. Tanto cuando se está en el papel de quien tiene que pedirlo como cuando toca concederlo... o no. Como tantas veces, nos encontramos con muchas variantes. Seguramente os reconoceréis en alguna de las que mencionamos en los próximos minutos. Y si no es así, podéis contarlo en el apartado de comentarios.

La culpa fue de...

¡Ay, el sentimiento la culpa! Qué mal repartido está... Hay personas que se echan sobre sus hombros todas las culpas del mundo, mientras otros siempre encuentran alguien a quien cargarle el muerto.
Por cierto, ¿es lo mismo culpa que responsabilidad? También lo comentamos en esta entrega que, una vez más se nos queda corta. Y la próxima semana, el perdón, que tiene mucho que ver con todo esto.

Hiperactivos... pero no necesariamente enfermos

En esta entrega de De cabeza hablamos de esas personas que son capaces de hacer mil cosas a la vez. O visto a la inversa, de quienes no pueden estarse quietos ni un minuto. Obviamente, se dan mil y un casos. Es posible que os descubráis en alguno de los retratos. Si es así, calma: aunque hay una hiperactividad patológica, en la mayoría de las ocasiones se trata simplemente de formas de ser y actuar.

El timo del síndrome postvacacional

Dice Imanol Querejeta que, con todos los respetos, el síndrome postvacacional es un invento. ¿De quién? Vaya usted a saber. Muchos vivillos le sacan rendimiento y, desde luego, los medios de comunicación siguen explotándolo.