A nadie se le escapa que hay una línea muy fina entre el sano deseo de conocer algo nuevo y el ansia morbosa por meterse en las vidas de los demás. Como nos va a decir el doctor Querejeta, la clave está en hacerse el número exacto de preguntas. Y una de ellas siempre debe ser: “¿Realmente necesito saber eso?”.
J. V.: A primera vista, la curiosidad es una gran cualidad. Es el motor del progreso.
-I. Q.: Planteada la pregunta de esa manera, la respuesta no puede ser otra que un sí rotundo. Sin ganas de saber... [Sigue leyendo en los diarios de Grupo noticias]
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