No debemos dejar que la mala sangre se haga crónica en nuestras venas, y mucho menos, si acaban pagando los platos quienes no tienen ninguna culpa. Por supuesto, todo esto no es de aplicación a aquellos y aquellas que han decidido ir siempre con el ceño fruncido y comunicarse con bufidos, que por desgracia, y como puede comprobar cualquiera, no son pocos.
J. V.: Hay personas que parecen eternamente cabreadas. O que lo están, directamente.
-I. Q.: Pues sí, eso es cierto. Hay personas con un mal humor crónico que puede tener su origen en diferentes razones. Antecedentes de malos tratos, enfermedades crónicas. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]
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