sábado, 7 de mayo de 2016

Viaje al pasado... con vuelta

Decía la canción que recordar es volver a vivir. Sin embargo, muchas veces nos hacemos trampas al solitario, y esos recuerdos suponen una vivencia que no ocurrió del modo que los evocamos. Esta reconstrucción del pasado no tiene por qué ser algo negativo. En la mayoría de las ocasiones, de hecho, ese ejercicio de nostalgia un tanto falseada resulta placentero. El problema puede llegar si nos quedamos atrapados en el ayer, olvidando el hoy y el mañana.

JV.- Por mucho que nos empeñemos, no es cierto que cualquier tiempo pasado fuera mejor.
IQ.-No. Por lo menos, yo no lo creo. Cualquier tiempo del pasado se recuerda con añoranza, sobre todo porque sabemos el resultado que dieron nuestras decisiones, pero ahí está la pequeña trampa. Si nos quedó algo por hacer, ponemos la coletilla “debería haber…” que nos pone a fantasear sobre lo que habría ocurrido si no hubiésemos obrado de tal o cual manera. En lo que no nos paramos a pensar es en que esa decisión habría cambiado nuestra vida sin que podamos acertar a saber lo que habría sido de nosotros a partir de ese cambio, ni si este hubiese sido para bien o para mal. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

No hay comentarios:

Publicar un comentario