sábado, 12 de marzo de 2016

Entre ceja y ceja

Inquina, ojeriza, tirria, manía, gato, paquete… Tiene mil nombres, aunque todos se resumen en un sentimiento intenso, generalmente creciente, que escapa a nuestro control y que en no pocos casos puede llegar a ser físico. Lo más habitual, además, es que sea autolesivo. Es decir, lo padece más quien lo manifiesta que el objeto de la aversión. Por eso, aunque muchas veces no falten motivos para la animadversión, es mejor que aprendamos a modularla.

JV.- Al primer bote, es un sentimiento muy negativo, pero que tire la primera piedra quien no tenga una o varias personas atragantadas.
IQ.- Pues yo creo que sí, que todos y todas tenemos personas en nuestro entorno a las que no solo no apreciamos, sino que no les pasamos ni una. No te quiero recordar la semana pasada las flores que han cruzado los jefes de fila de los principales partidos políticos y las secuelas que están dejando. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

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