sábado, 9 de abril de 2016

Seamos sinceros... o así

Aunque de boquilla todo el mundo hace loas a la sinceridad, lo que triunfa es la impostura. Quizá por su falta de sanción social, porque resulta cómoda o por todo al mismo tiempo, la mentira tiene un número creciente de usuarios. Se imponen la hipocresía y las verdades a medias sin que parezca que nadie pueda o quiera ponerlas coto. Claro que, pensándolo nejor, quizá lo que acabamos de decir no sea cierto al cien por ciento...

JV.- De acuerdo con el dicho que popularizó Campoamor, nada es verdad ni es mentira. Pero a tal aseveración cabe hacerle varias precisiones, ¿no?
IQ.- Eso creo yo. Las verdades son verdades y se pueden presentar de maneras diferentes según las necesidades como por ejemplo, a quién se le dice, para qué se dice, por qué se dice y un largo etcétera, pero son verdades, y te aseguro que navega mucho mejor quien las dice quién que no lo hace. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

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