sábado, 16 de enero de 2016

Reflexionemos

No desaprovechemos nunca la facultad de pensar. Darle una, dos, tres vueltas a las cosas es la mejor fórmula —aunque no infalible— para tomar una decisión correcta, si es que se trata de eso. Reflexionemos, por lo tanto, con calma y tiento… pero evitando hacernos trampas. No se trata de buscar argumentos para lo que ya sabemos que haremos. Y tampoco de cavilar tanto para evitar hacer lo que debemos.

JV.- Es de cajón: primero pensar, y luego hacer. Aunque la práctica ya suele ser otro cantar.
IQ.- Pues eso creo yo. Además, lo que suele pensarse tiende a salir mejor. No cabe duda de que en ocasiones, las decisiones tomadas de forma impulsiva dan buenos resultados, pero es lo menos frecuente. Cierto que cuando estas decisiones que se toman de esa manera salen bien, suelen tener mucha repercusión. [Sigue leyendo en los diarios de Grupo Noticias]

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